lunes, 29 de junio de 2009

¡NIEGOME A SER ORQUIDEA DE SALON¡



Aún en el siglo XXI
damas respetables y muy serias se enamoran de muchachos

Trás su negro abaníco telaráñico
sacuden silenciosas maldiciones
en el cristal del spleen

¡No quiero exhalar soledad¡
cuelgo en la punta de la luna
mi ropaje y la argolla matrimonial
para amarte¡

Y amarte de pié
de costado
de frente
extendido
plegado
a lo largo
a lo ancho
en sábanas de fuego
entre muslos de alabastro y ébano.

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